martes, 24 de junio de 2014

William

Mucho recuerdo de su historia, o mejor de la que viví mientras estuvimos juntos. Fue su figura alta y esbelta la que llamo mi atención desde el comienzo, pero fueron sus piernas fuertes y torneadas las que mas me fascinaba ver mientras se desplazaba por la cancha de fútbol del barrio; a veces cuando hacia de arbitro o entrenador y otras cuando hacia la portería, con una arrogancia y una pose altanera, conocedor de sus atributos y se juventud, se pavoneaba dueño de toda la cancha y del juego completo. Mi cuerpo experimentaba muchas sensaciones cuando lograba verlo, mi mente imaginaba fantasías mientras mis ojos lo seguían hambrientos, mientras el bus corría veloz y levantaba una cortina espesa de polvo que no impedía que disfrutara de esa vista.

No importa como lo descubrí, lo he olvidado pero recuerdo que fue un arrebato lo que me hizo un día bajar del bus y atravesar decidido la cancha de fútbol, mis piernas de pronto empezaron a traicionar mi ímpetu y casi quede paralizado cuando al acercarme me miro fijo y en un tono autoritario apago mi tímido saludo por una orden: espérame, y yo no logre pasar saliva por mi garganta que de repente estaba seca. Fue una rápida sonrisa que ilumino ese rostro atractivo que mostraba la influencia del fuerte sol en su piel, luego guiño un ojo y se dirigió a su juego con total indiferencia, como si yo hubiese sido poco mas que un transeúnte despistado que se metió por error a l cancha de juego, mientras tanto mi mente comenzó un vértigo y mientras el corazón me latía con fuerza mis piernas flacas me levaron lentamente hacia una de las esquinas mas sombreadas donde busque un sitio para sentarme a esperar dispuesto a cumplir la orden que me dio o simplemente a esperar pues ya había decidido que lo esperaría.

La tarde transcurrió lentamente y yo me aburrí pero eran grandes mis expectativas por ese encuentro y por esa razón espere hasta que la noche fue adueñándose de la cancha, unos se fueron;  los mas chicos, otros fueron dispersándose hasta quedar algunos grupos de los mas adultos, pronto solo se veían las siluetas entre la noche caleña fresca con una brisa que bajaba rauda desde la montaña y se estrellaba en el césped y la calle de tierra. Por fin se acerco con la misma actitud de pavo real que acostumbraba, se acerco tanto que pude sentir su aliento fuerte y el calor de su cuerpo con el torso desnudo y fuerte, puso sus piernas fuertes cruzadas muy cerca de las mías y eso me produjo una sensación agradable como de abandono, mi cuerpo estaba ahora relajado como si fuera lo mas natural del mundo estar juntos ahí entre la noche y el patio de juegos del barrio melendez.

Me pregunto que si yo era de ambiente, cosa que no entendí pues pudo haberme preguntado si era comunista o parlamentario, era una palabra completamente desconocida para mi y su significado todavía mas, por eso no me moleste en tratar de preguntar sino que fui lo mas asertivo posible y entre una confusión en mi mente y un querer ser muy actual le conteste que si: debí haber sido menos estúpido, no era el momento, no fue inteligente de mi parte pues de repente el encuentro se transformo en una situación desagradable para mi. Me dijo que lo besara y me ofreció su boca gruesa, me tomo con uno de sus brazos y me apretó mas junto a su cuerpo, pero no fue dulce, fue otra orden con la misma actitud arrogante, fue un momento en el tiempo que sello nuestro encuentro, solo sentí su lengua áspera y húmeda tocando mis labios , un sabor nuevo ,extraño y desagradable dejo su boca en mi y yo lamente horriblemente ese instante para siempre.

El año pasado una colombiana que es hermana de una amiga mía aquí en panamá me contó que había muerto unos meses atrás, no estaba seguro de su muerte, pero esta no es el final de su historia o de mi historia cuando estuvimos juntos, es la conclusión de una duda que se disipa sobre su destino. La primera vez juntos fue igual que nuestro primer encuentro, su misma actitud y su misma pose de gran amante dándome ordenes sobre que y como hacer algo; desnúdate, que te voy a hacer el amor, sin mirarme con ternura, ni amarme, solo trato de dejar en claro quien era el que mandaba y dominaba, yo entre mi curiosidad y mi deseo le di de su misma dosis, después me reclamaría que yo era un palo pues no mostré ni una sola gota de emoción y eso lo ofendió y lo alejo para siempre, no fuimos compatibles en el sexo y no conocíamos de ninguna manera como mostrarnos afecto,mucho menos ternura pero aun así después con el tiempo llegamos a compenetrarnos tanto que hacíamos a veces simbiosis por la afinidad que logramos en el tiempo que vivimos nuestra historia.

Una noche en el tiempo viaje con el en el primer salto hacia la tristeza y la aventura desde Cali hacia la capital entre el llanto de mis amores perdidos y el dolor de el desprecio por mis sueños rotos que no tuve tiempo de recoger y llevar conmigo hacia el futuro; Alexander, dueño de todas mis angustias y mis delirios de amores de fantasía, poseedor de una belleza impetuosa y del cuchillo de desprecio que rompió mi alma inocente y soñadora. Alex, tan amado, tan deseado y tan distante mientras mas me alejaba para nunca mas volver a verlo. Fue William quien se encargo de no dejarme flaquear y a cada duda forzarme a no desfallecer y empujarme a seguirlo con la promesa de que el día siguiente seria mejor, seria diferente, un paso hacia adelante para dejar atrás de mi un sueño horrendo al que yo me aferraba con fuerza y padecía, fue de su mano aunque nunca me la ofreció que alce un vuelo nocturno hacia lo desconocido la noche aquella en que en las montañas de la cordillera central subiendo la linea, mientras los militares revisaban el equipaje de los pasajeros del bus, el me dijo quedamente al oído que tuviese calma y no me asustara; yo no entendí hasta cuando reanudamos la marcha que me mostró que cargaba granadas de mano, con que propósito? aun hoy no logro entender para que el las llevaba consigo.

Anoche recordaba como fue nuestra llegada a Bogota y el trauma de los primeros días cuando finalmente tuve que decirle que cogiera su camino en una noche fría en la capital mas fría del mundo donde ni los fantasmas salen a deambular por las calles largas y solitarias, yo no podía cargarlo y el lo sabia, el aprovechaba al máximo mi necesidad de compañía y yo lo aproveche también hasta que se convirtió en un estorbo pero este tampoco fue el fin de nuestra historia mientras, estuvimos juntos, solo era el comienzo, una parada de el tren de media noche que nos transporto a la vida viciosa y fría de la gran ciudad. Poco tiempo después apareció y se quedo por muchos meses entre los que desaprecia por unos y aparecía de nuevo con una historia sórdida y delirante, el fue creador y testigo de la historia que vivimos mientras estuvimos juntos.
La ciudad de santiago de Cali estaba a punto de perder su inocencia, yo también; eran los años setenta y mientras soñábamos con mejores tiempos, no veíamos lo que traía el progreso y convertía la ciudad y mi barrio en las colinas en algo tan diferente a nuestros sueños.A mis sueños que eran pesadillas, aterradores momentos que encubiertos en la rutina de nuestra vida definieron mi destino y mi presente.Era una silueta bien definida, podía ver como la luz de la luna creaba una figura perfecta, grande y fuerte; afuera, la noche suave bajo un cielo quizá tapizado de estrellas, algo que imagino ahora al recordar. Era un hombre desnudo, probablemente vistiera ropa interior pero eso no tiene importancia ahora, ni siquiera su identidad pues ese es el misterio, no logro saber quien es, solo puedo recordar como me perturbaba esa imagen, siento mi pequeño y frágil cuerpo alterado y escucho mi respiracion agitada, pero no estoy seguro si estoy asustado, solo puedo pensar en que aun siendo tan niño mis sensaciones son extrañas, hay mucho agitación en mis sentimientos, es como un deseo, como un ansia porque puedo presentir lo que viene, es una figura amenazante pero no pienso en el dolor de una agresión sino en la emoción que despierta este recuerdo.

Tube seis hermanos varones, yo soy el numero siete y el ultimo; no tengo grandes recuerdos, una vez pensé que podía ser alguno de ellos en medio de la noche, pudo haber sido mi padre no estoy seguro porque pudo haber sido también un extraño visitante en la noche silenciosa. Nuestra casa era algo muy distante de ser la gran casa,no voy a describir lo poco que había ahí; es el escenario, el misterio de esa visión nocturna pintada de morbo y de luz de luna..
En frente mismo del área de la cocina había una division y una puerta de madera que daba acceso al cuarto de mis padres, si es que se podía llamar así, tenia una pequeña ventana que daba al patio; solo recuerdo un radio puesto en una repisa, era el tesoro de la casa en aquellos años, en el escuchábamos series de novelas y aventuras creadas por el radio teatro de ese tiempo, un estilo inimitable que jamas olvidare pues aun hoy recuerdo las aventuras de Kaliman, un hombre de asombrosa belleza varonil, de tierras lejanas, héroe defensor de causas y desvalidos, acompañado por el pequeño Solin. Arandu el príncipe de la selva y su compañero Taoloamba, hoy se que estos héroes tenían origen y causa, por esos días eran el mejor momento de mis días lánguidos en mi niñez precoz, como deseaba yo ser Solin, solo pensaba en compartir mi vida con el hombre mas maravilloso del mundo. Había dos camas en esa habitación, una para los dueños de casa y la otra para dos hermanas menores que habían llegado quizá un poco tarde a la vida de esta historia: yo no tenia cuarto, mi espacio era una cama de tablas dura y fría detrás de un gran armario que hacia de pared para el cuarto del medio, junto a mi un camarote donde dormían otras cuatro hermanas, si; ya se que eramos muchos, pero eramos mucho mas pues todavía cabía una cama donde durmieron alguna vez las otras dos hermanas mayores, ya que en ese momento solo quedaba una de ellas y la otra probablemente dormía fuera de casa, esta tiene una historia particular pero no me detendré hoy en ella. Otra media pared daba a la primera recámara ligeramente un poco mas espaciosa donde había otro camarote en igual posición que el anterior solo que separados por la division de los dos cuartos, ahí dormían tres y hasta cuatro de mis hermanos dependiendo de quien llegaba a dormir o a quedarse pues ya algunos de ellos hacían su vida por fuera, por ultimo, otra cama pequeña que usaba uno de los hermanos mayores, ahora que lo describo puedo darme cuenta que no era propiamente una casa sino mas bien un dormitorio para una familia demasiado grande. No había muebles, no hubo hasta muchos años después cuando por fin nos mudamos del barrio, tampoco había lujo alguno excepto una nevera de época y una estufa a gas que llego a mejorar el tizne negro de unos fogones de petróleo que usábamos al principio que por esfuerzos de mi madre fueron cambiados. El techo era muy bajo, tanto que podías subirte por cualquier lado desde adentro del patio o por fuera de la casa que lucia tan pequeña y tan frágil al lado de la casa grande materna de la abuela, por parte de mi madre, personaje cruel y malquerido en mis recuerdos por su insensata manera de ser y de tratar a su familia.

Pudo haber sido cualquiera quien entraba de noche, todos nosotros tarde o temprano subimos y brincamos con frecuencia ese techo, lo usábamos para tender la ropa al sol, para retozar en días frescos de brisas que bajaban de las altas montañas de la gran cordillera occidental que surca el hermoso valle del cauca; pudo ser incluso un amigo de la familia, un ladrón, un demonio, el diablo que se yo, aún puedo sentir las sensaciones extrañas de esa noche o de esa noches, puedo verme apretujado en la cama de mi hermana mayor asustado por esa visión, ella parecía darse cuenta de mi situación y me ofrecía cobijo y protección; recuerdo también que podía sentir una brisa que atravesaba mi cobija en mi escuálida cama, siento frio y una tristeza que no logro identificar en en esos momentos pero que hoy veo plenamente, un niño solitario y abandonado, tan vulnerable en medio de tantas personas.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Acaba de pasar por mi mente como una oleada, es el mismo calor que mi cuerpo siente ahora, el mismo sentimiento que me trae la sensación de catarsis; nada se mueve, una pequeña y sutil brisa acaricia los arboles y combinándose con la luz de la tarde lánguida parece que tiene movimiento, pero solo es afuera. El mismo calor que mi cuerpo siente ahora,  es igual al que sentía en mi casa de adolescente  pero también es la misma sensación de letargo y divagación que mi mente como una entidad diferente de mi; hace por su cuenta. Es como un delirio.
Como Barba en su poema delirante, aunque ya mis pasiones están dormidas, aletargadas por el transcurrir de las horas lentas, desaparecidas quizá o escondidas bajo un manto de olvido. Vino un recuerdo de mi adolescencia en Melendez, allá en esa casa abandonada por mi vida errante, en donde durmieron conmigo mis sueños y mis fantasías  mis pasiones recién descubiertas, mis deseos abiertos al placer, mis primeros pasos hacia el umbral del dolor, de atardeceres sofocantes, de tantos veranos olvidados y vividos sin conciencia.
Ahora estoy aquí  sentado frente a mi mismo tratando de adentrarme en el atardecer de mi vida en esta ciudad que inmóvil, veo convulsionar y retorcerse de dolor, de ruido y de calor. Panamá  odiada y repudiada tantas veces, amada hasta el hastío y venerada como diosa mítica; tan mía como extranjera, tan ilusoria como mis sueños perdidos. Panamá grandiosa que cambia por segundos, que se destruye así misma y se reinventa al mundo para seducir, para atraer a quienes como otros, o como yo, se rinden a su poder, a su encanto y a su engaño, de mujer fatal hermosa y voluptuosa que promete mil pasiones pero que cobra mil veces por su compañía. Paraíso de escapados de destinos inciertos quienes encuentran en su vientre, placeres y sosiegos; amores, riqueza, dolor, muchas veces disfrazado de carnaval absurdo y vulgar, de putas callejeras que vienen de otros lugares a ser parte de la oferta de tragedia y drama de esta ciudad delirante.
La primera vez que escuche de ella fue por Carmen Eliza, dijo que alguien le hablo del puerto y que  las mujeres ganaban buen dinero; esa vez yo no sabia mucho de prostitutas, prácticamente no sabia nada, así que cuando ella hablo de viajar yo solo le mostré interés por ser mi amiga, no por el propósito de aquel viaje que nunca sucedió pues termino en tragedia. Ella envejeció prematuramente en manos de su amante Edinson que le hizo un hijo y le regalo una vida turbulenta sucia de vicio y de obsesiones, de celos y sentimientos impregnados de violencia, de ignorancia.
Después Ernesto me hablo de ella nuevamente una noche en el auto cine cuando tratábamos de tener algo que quiso ser un romance pero que solo se limito a encamarse y culiar frenéticamente hasta desfallecer de hambre y cansancio: mi amor por el fue mi primer dolor, el tiquete directo al abismo de la angustia y la frustración de un adolescente que se entrego como princesa al sueño de amar sin saber que el otro solo veía en el un cuerpo joven y tierno para disfrutar y desechar. Cuanto creí en el, cuanto entregue en segundos, fue el despertar de un torrente que arrastro mi adolescencia a la nada y a la vez me compatibilizo en tantas partes de mi que me perdí y nunca pude volver a juntarles; extraviado en mis deseos, en mis fantasías de mariposa encantada que rompió sus alas y descubrió el dolor físico;  en el errante vagabundo que creyó que el mundo era un pañuelo y que se podía meter en un bolsillo. Hubo también un niño, que frágil y solitario se escondió en un abismo de olvido profundo y que la mariposa devoro para su metamorfosis, ese mismo que una vez cruzo la calle del Carmen aquí en la ciudad de mis historias cuando caminaba hacia mi encuentro con Fabian y su irresistible encanto; esa criatura solitaria y triste que se escapo del abismo y empezó a buscarme y a pedirme atención, ese yo mismo que hoy esta aquí dentro de mi, agazapado esperando por su tiempo.
La tercera vez que escuche de Panamá fue con Niriem, ella abandono todo en Cali y se escapo a vivir su vida caótica llena de necesidades, yo incluso aun no tuve ningún interés por mas, para mi era como un lugar en la geografía de América donde algunos iban por cuestiones fortuitas quizá, no se, no era de todas formas el momento para saber mas.
Pero dicen que la tercera es la vencida, o la mía  pues ya había dejado atrás mi ciudad caliente y bullanguera, mi río Melendez que baño tantos placeres en sus aguas reducidas por el calor en brazos de Pacho Francisco Eladio el amante mas oscuro que recuerdo, mi barrio chico donde corrí y camine por sus calles en noches de cacería de placeres tan variados y peligrosos, entre las piernas fuertes de algún soldado apasionado necesitado de caricias y mucho mas; a Edinson con su pene grande y su calentura constante, a Carmen Eliza con su penar de muerta viva, a mi Alexander amado y sufrido por la tragedia de la ignorancia, historia cortada con violencia por realidad cruel del desprecio a nuestros sentimientos. 

Fue en Bogota donde volví a saber de mi amiga Niriem y con ella volvió el nombre de Panamá  esta vez con mas especificaciones, fue por ella quien me contó su paso por aquí con quien finalmente puse atención a su llamado; fue así que un día abandone mi estancia en mi país y vine a vivir y a morir esta ciudad.
Las pinturas de esta publicación no son de mi propiedad  las tome de Internet y las uso con todo respeto a su creador el pintor Nebojsa Zdravkobic.

miércoles, 27 de abril de 2011

HOY ME ACORDE DE FERNANDO

Hoy espontáneamente apareció en mis recuerdos en medio de una conversarían sobre quienes dejan una huella en tu vida pero que se pierden en el abismo de el olvido. Escondido en los recuerdos pero atrapado en capas y capas de el tiempo para aparecer fresco y joven como su sonrisa extraña que mostraba algo que no era precisamente felicidad, era mas bien una mueca que desmejoraba un rostro angular muy atractivo, con una piel magnifica y un cuerpo menudo pero con una fuerza desbordante en su abrazo, unas manos asperas que al tocar mi piel dejaban una sensacion fuerte.


No puedo describirle mejor porque apenas si recuerdo su nombre solamente, una vez vi a Dick Tracy y me acorde entonces de su perfil cuadrado, su mirada inquisitiva y su mueca eterna que pareciera una sonrisa forzada. Pero si me acuerdo cuando una primera vez me pidió sexo en medio de la noche fría bogotana en el barrio subversivo donde yo escondía mis deseos y mis miedos, ahí donde la vida podía costarte por algún error, por capricho de la noche violenta en manos de un destino cruel en el alma de un chico callejero y asesino. El no era violento pero había sufrido bastante aunque nunca llego a contarme sus tragedias, no hizo falta,bastaba verle y estar con el para comprender tanta angustia y tristeza, mucho dolor y rabia por lo que el consideraba despreciable, su propia vida. Esa noche tal vez pensó que debía hacerlo para ganar terreno pues rivalizaba por mi atención con otros dos chicos y el era el desechable a quien nadie querría invitar ni compartirle nada ni tan siquiera un saludo, pero yo le abrí mi puerta pues me atrajo su ira y su desden mas la actitud de chico fuerte que escondía al verdadero muchacho que jugaba a ser rudo.


No se como paso, llego junto con Mauricio o quizá con Pacho, alguien lo invito a mi casa en el barrio y aun con su mala reputación se fue quedando mas tiempo a solas conmigo, hasta lograr mi confianza y conquistar mi espíritu hambriento de afecto. No recuerdo su voz pero las pocas veces que me hablaba eran momentos dificiles pues entender su jerga era complicado y mas cuando siempre abría la boca para decir algo desagradable, sin embargo esto lo hacia cuando estábamos reunidos con el grupo de chicos que le conocían pues cuando quedabamos a solas su carácter cambiaba y su tono de voz era tenue casi inaudible como si pretendiera ocultar sus palabras y esto hacia que lo mirara fijamente y pusiera todos mis sentidos en el. Era un muchacho raro pero muy guapo, en la intimidad nuestra pude gozar de su sonrisa, vi brillar esa mirada pétrea, también sentí el calor de su cuerpo fuerte, puedo recordar hoy el latido de su corazón en su pecho aplastando mi torso congelado por el frio nocturno, en estos momentos siento la humedad de sus labios cálidos y su aliento entibiando la noche silenciosa, puedo sentir mi alma como un pajarillo que recibe calor y que quiere abrir sus alas pero lo aprisiona la fuerza de unas manos que ya no son asperas sino tiernas.


Hubo mas noches y mas caricias, una de esas fue larga y romántica pues se convirtió en un tierno amante que llenaba mis espectativas de ese tiempo, supero a los otros con sus noches cálidas y sus caricias sinceras, si no me amo se enamoro del momento y de lo que yo era en su mundo incógnito pues cada beso y caricia era mas tierno mas intimo donde su alma se acercaba a la mía y presos en la jaula de pasión intentábamos tomar vuelo en esas noches languidas y lluviosas. De repente me aleje de el y de todo pues hubo alguien que me hizo pensar en que debía tomar otro camino fuera del peligro y violencia del barrio Policarpa, el pobre barrio de los disidentes, el escondrijo de todos quienes estaban en contra del gobierno de turno en esa Colombia revolucionaria que se desangraba hasta tocar con su sangre y su fusil las puertas mismas del palacio de justicia donde ella murió mil veces mas en el fuego cruzado entre la guerrilla y los militares.


Fernando, esta noche tu nombre y tu recuerdo llenan el silencio de mi noche cálida en la lluviosa Panamá, afuera se escuchan las voces de los chicos de enfrente y los susurros de deseos que se esconden entre la penumbra y el calor húmedo de estas tierras en esta ciudad que hoy es mi jaula, mi casa, mi escondite. Recuerdo nuestra despedida en Armenia, cuando fuiste a visitarme y yo, lleno de ilusión quería devorar la distancia y el tiempo para recortar los días que nos separaban, pero para nada pues cuando me dijiste que tenias a alguien en tu vida y que habías decidido por ti, me rompiste el corazón. Si hoy pudiera verte y hablarte te diría entonces gracias, por haberme querido, por haberme admirado, por las palabras que me dijiste aquella vez que nos encontramos en Bogota en medio de las calles y corriste para saludarme y decirme que yo era tu inspiración y tu mejor recuerdo para decirme que estabas agradecido por haberme conocido, te diría entonces que hoy recuerdo esa sonrisa sincera que me regalaste ese día como también tu mirada limpia y clara cuando dijiste que amabas a otra persona........

Donna Summer - Eyes (WEN!NG'S Ice Mix).mpg

martes, 30 de noviembre de 2010

Panama


Había olvidado cuanto llueve aquí y eso que estuve ausente solo unos cuantos añitos, tiempo muy corto comparado con mas de veinte que he pasado viviendo en esta ciudad que no consigo entender si me gusta o simplemente la padezco. Y porque la lluvia, pues es una costante en mi vida y un pretexto para muchas de mis frustraciones, ya que siempre es la razón para no salir nunca la casa, para no volver al trabajo y no visitar a nadie, también para dormir horas y horas, pasar días y noches completos sin hacer absolutamente nada hasta el aburrimiento total.

Hoy se termina noviembre y la promesa del verano panameño esta solo en la tv, con sus anuncios ruidosos de playa y diversión bajo el sol, bueno, realmente aun no comienza la promoción del verano pero ya casi, por el momento las celebraciones por la patria terminaron y lo que viene es continuo y siempre diferente, ayer celebraron con mucho entusiasmo el partido de fútbol entre los equipos de España y fue un suceso notable pero para mi , confuso pues antes de ayer se celebraba la separación de Panamá de la madre patria. Es un desacuerdo que celebren algo que no es de aquí pero bueno si la cosa es por diversión la tiene muy buena y completa pues puedes ver gente vistiendo uniformes de los equipos rivales y fanáticos a punto de explotar de emoción por el cinco a cero que fue el resultado final. Yo no se bien quien gano o quien perdió pero fue muy sonado este evento donde abunda la diversión y la cerveza que es lo que para mi buscan los panas, porque como les gusta la vaina.

La próxima celebración es el día de la madre, fiesta única porque creo que en toda América es solamente Panamá quien la celebra, todo afuera es corredera como dicen en buen panameño, trafico constante y el bendito ruido que no da tregua, se mete hasta en los huesos, es tan fuerte que uno siente que se debilita y se intimida ante el caos pues el ruido que no hacen las maquinas lo producen las personas, todo suena a alto volumen, todo, la tele, la música, los celulares los pitos de los autos que son ensordecedores, las construcciones de edificios cada vez mas altos,los gritos de la gente etc. Los malls están llenos de gente que va y viene haciendo la compra para el regalo, los estacionamientos ocupados con todos los modelos de automoviles de todas las marcas de moda y algunos que otros viejos pero de marca, la central es un hormiguero con la gente en la peatonal tradicional de la vieja ciudad, aromas y mas ruido ,toda clase de vendedores de cualquier cosa barata y no tan barata, sueños que se dañan apenas los sacas de su estuche llamativo, ropa super baratisima que se rompe o se decolora a su primera lavada, adornos chinos, coreanos filipinos hindúes, aromas de incienso y que se yo que mas, muebles de ilusión que se rompen cual cartón después de un corto lapso de tiempo, toda la linea de electrodomésticos de marcas conocidas y des conocidas.

La calle es un caos de carros y pitos, taxis que obstruyen el paso pero que por una razón que no logro entender no prestan el servicio ya que si paras a cualquiera el conductor si te responde y te mira solo es para decirte, Yo no voy pa ya, buses de colores y olores fuertes llenos de calor y gente angustiada, desesperada por llegar a casa en medio de la lluvia y el calor sofocante. Personas el la calle que no pueden transportarse tienen que esperar hasta el cansancio por un transporte, rutina brutal que se incremente cada día de pago, cada quincena como se le llama aquí, miles de ilusiones que se rompen como vidrio al anochecer de cada día lluvioso y agobiante, después de cada cheque cambiado por ilusiones de papel barato y compras desatinadas, sueños de pobreza contrastante con la otra cara de esta ciudad opulenta y desbordante con sus grandes rascacielos que le dan un perfil cosmopolita y elegante aunque afuera la calle no tenga aceras donde caminar, no es necesario pues quienes habitan estos edificios no van caminando a no ser que sea en el gimnasio en una maquina de caminar para ejercitarse, o de pronto en la cinta costera, en Amador,Costa del Este o el parque Omar si la lluvia lo permite porque ella es la reina de el diario vivir, la culpable de mi desahogo y mi penar.