martes, 30 de noviembre de 2010

Panama


Había olvidado cuanto llueve aquí y eso que estuve ausente solo unos cuantos añitos, tiempo muy corto comparado con mas de veinte que he pasado viviendo en esta ciudad que no consigo entender si me gusta o simplemente la padezco. Y porque la lluvia, pues es una costante en mi vida y un pretexto para muchas de mis frustraciones, ya que siempre es la razón para no salir nunca la casa, para no volver al trabajo y no visitar a nadie, también para dormir horas y horas, pasar días y noches completos sin hacer absolutamente nada hasta el aburrimiento total.

Hoy se termina noviembre y la promesa del verano panameño esta solo en la tv, con sus anuncios ruidosos de playa y diversión bajo el sol, bueno, realmente aun no comienza la promoción del verano pero ya casi, por el momento las celebraciones por la patria terminaron y lo que viene es continuo y siempre diferente, ayer celebraron con mucho entusiasmo el partido de fútbol entre los equipos de España y fue un suceso notable pero para mi , confuso pues antes de ayer se celebraba la separación de Panamá de la madre patria. Es un desacuerdo que celebren algo que no es de aquí pero bueno si la cosa es por diversión la tiene muy buena y completa pues puedes ver gente vistiendo uniformes de los equipos rivales y fanáticos a punto de explotar de emoción por el cinco a cero que fue el resultado final. Yo no se bien quien gano o quien perdió pero fue muy sonado este evento donde abunda la diversión y la cerveza que es lo que para mi buscan los panas, porque como les gusta la vaina.

La próxima celebración es el día de la madre, fiesta única porque creo que en toda América es solamente Panamá quien la celebra, todo afuera es corredera como dicen en buen panameño, trafico constante y el bendito ruido que no da tregua, se mete hasta en los huesos, es tan fuerte que uno siente que se debilita y se intimida ante el caos pues el ruido que no hacen las maquinas lo producen las personas, todo suena a alto volumen, todo, la tele, la música, los celulares los pitos de los autos que son ensordecedores, las construcciones de edificios cada vez mas altos,los gritos de la gente etc. Los malls están llenos de gente que va y viene haciendo la compra para el regalo, los estacionamientos ocupados con todos los modelos de automoviles de todas las marcas de moda y algunos que otros viejos pero de marca, la central es un hormiguero con la gente en la peatonal tradicional de la vieja ciudad, aromas y mas ruido ,toda clase de vendedores de cualquier cosa barata y no tan barata, sueños que se dañan apenas los sacas de su estuche llamativo, ropa super baratisima que se rompe o se decolora a su primera lavada, adornos chinos, coreanos filipinos hindúes, aromas de incienso y que se yo que mas, muebles de ilusión que se rompen cual cartón después de un corto lapso de tiempo, toda la linea de electrodomésticos de marcas conocidas y des conocidas.

La calle es un caos de carros y pitos, taxis que obstruyen el paso pero que por una razón que no logro entender no prestan el servicio ya que si paras a cualquiera el conductor si te responde y te mira solo es para decirte, Yo no voy pa ya, buses de colores y olores fuertes llenos de calor y gente angustiada, desesperada por llegar a casa en medio de la lluvia y el calor sofocante. Personas el la calle que no pueden transportarse tienen que esperar hasta el cansancio por un transporte, rutina brutal que se incremente cada día de pago, cada quincena como se le llama aquí, miles de ilusiones que se rompen como vidrio al anochecer de cada día lluvioso y agobiante, después de cada cheque cambiado por ilusiones de papel barato y compras desatinadas, sueños de pobreza contrastante con la otra cara de esta ciudad opulenta y desbordante con sus grandes rascacielos que le dan un perfil cosmopolita y elegante aunque afuera la calle no tenga aceras donde caminar, no es necesario pues quienes habitan estos edificios no van caminando a no ser que sea en el gimnasio en una maquina de caminar para ejercitarse, o de pronto en la cinta costera, en Amador,Costa del Este o el parque Omar si la lluvia lo permite porque ella es la reina de el diario vivir, la culpable de mi desahogo y mi penar.

jueves, 2 de septiembre de 2010

El Barranco

Circundaba la parte norte del barrio y era como un punto entre el limite con el batallon de infantería y una de las calles de acceso y salida , que justo donde se terminaban las calles y comenzaba un "mangón", se elevaba haciendo una especie de muralla que le daba a esa parte un aire estrecho que en las noches sin luna lo hacia un poco tenebroso pues el alumbrado ahí era escaso. Estaba la pequeña escuela donde hice parte de mis estudios primarios y justo al lado la estación de los buses publicos que llego mucho tiempo después,solíamos caminar todos los habitantes por el mangón hasta llegar a Melendez, donde se ubicaba toda la actividad del área.
Frente a la escuela había una o dos casas grandes terminadas y un poco detrás se ubicaba la gallera de el tío Carlos que vivía en la parte de arriba en pleno limite con el batallon, ahí viví con mi familia por un tiempo y era lo mas cómodo del mundo solo cruzar la calle para ir a estudiar, después no resulto tan divertido. Tiempo después mi familia construyo dos pisos para dos primos con sus esposas, arriba en el medio, la tía Lucila y la prima Gloria, luego un poco mas arriba otro piso para la prima Estela y su familia, esto acerco un poco las relaciones entre la numerosa cantidad de primos, esposas, y tíos. Mas al borde del barranco casi a punto de caer por la ladera estaba la casa de la lotera, nunca supe su nombre ni entendí a que se debía que la llamaran así, pero eramos tan jóvenes que esos asuntos no tenían la menor importancia. Entre lotes con hierbas y algunos matorrales quedaba un espacio donde acostumbrábamos sentarnos y observar el paisaje, podíamos ver los techos y los patios de las casas del barrio ya que por la altura este era un mirador perfecto de todo el barrio y se hizo costumbre las tardes de tertulia y diversión, un tiempo después este se convertiría en el lugar ideal para mis encuentros nocturnos con amigos y para exploraciones sexuales que se hicieron constantes, cada vez mas atrevidas.
Mucho mas en la cima vivía Genza con su marido a quien le gustaba y acostumbraba pasearse por la casa en calzoncillos, era alto y esbelto con un tono de piel intenso, suave y fuerte al tacto, jugaba con nosotros a yo no se que, esto incluía que nos agarraba por la fuerza y nos apretaba contra su cuerpo semidesnudo hasta hacernos gritar de dolor, era tremendamente exitante y cada sección me provocaba unas erecciones violentas hasta un poco dolorosas, el parecía no enterarse pues las vio y las sintió muchas veces entre nuestro juego de no se que. Nunca paso de ahí, nunca vi su miembro en erección pero siempre estuvo dispuesto al juego donde se imponía su fuerza y su piel desnuda apretándose a mi cuerpo frágil, algunas veces lo vi en el mismo juego con mi hermano Jair, pero no me acerque ni me moleste en indagar por las sensaciones que le provocara, estaba mas entusiasmado con las mías, como cuando una noche improvisamos junto a Eliecer el hermano de Pacho, fumarnos un cigarrillo de mariguana, aún recuerdo la sensacion de euforia que me produjo ese encuentro pues mientras el preparaba el cigarrillo me ofreció su miembro grande y grueso que apenas si pude saborear entre el placer y el miedo a ser descubierto. Muchas noches después Pacho se convirtió en un amante habitual con quien retozábamos en la hierba mientras el cielo oscuro y sin estrellas era nuestro complice, veíamos la gente pasar al bajarse de los buses en la parada justo debajo de nosotros, nos quedabamos quietos y en silencio mientras escuchábamos algunas voces y nos ahogabamos entre risa y placer pues nuestros encuentros siempre fueron jugueteos eróticos de avanzada y exploraciones cada ve mas osadas. Mi historia con Pacho tiene un comienzo, un durante que tomo algunos años y un final tardío que tomare en un tiempo futuro para contarla, por el momento el, su hermano y muchos otros eran parte de los visitantes de las noches de locura en el famoso barranco.
Había una parte justo en la parada de buses donde habíamos creado por la ladera una ruta d subir y bajar muy empinada y resbaladiza pero que era parte de la diversión, algo como un reto pues se necesitaba buena forma y reflejos para poder llegar a lo alto o bajar si era el caso, todos los muchachos y no tan muchachos subimos y bajamos por ahí, en carreras, en noches de pasión, en días soleados pero menos bajo la lluvia pues se convertía en terreno peligroso por la tierra mojada y resbaladiza, también fue escenario para caídas espectaculares de novatos e imprudentes, fue tema de conversacion con las familias y con los vecinos pues aún hoy a pesar d todos los cambios que han llegado este sigue ahí como parte natural de el entorno. Algunas veces hubo derrumbes justo debajo de la casa de la lotera y por muchos años esperamos ver la caída de aquella casa que por una extraña razón aún hoy perdura, así como mis recuerdos de aquel lugar que se convirtió en un sitio trascendental en mi vida, fue ahí donde permaneci en silencio con un nudo en la garganta tratando de entender la noticia de la muerte de mi padre, fue entre la penumbra de alguna noche donde descubrí mi inclinacion por lo misterioso y el peligro ya que por la cercania al batallon era tambien un lugar donde sucedian cosas desagradables con los soldados que nos perseguina y nos acosaban pues eramos civiles y eso ya es sospechoso en terminos militares y mas en aquella Colombia tumultosa de los años setenta y ochenta.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Amores de otros tiempos














Alex, tan autentico como hermoso, su belleza radicaba en su juventud, recién dejaba la adolescencia y ya podía notar su erotismo,en su cuerpo ágil y delgado, en su mirada burlona y su sonrisa inolvidable. Tenia una frente grande que ocultaba muy bien con su melena suave que cubría gran parte de sus cejas y caía sobre sus hombros, era de un color castaño claro y de una textura suave, jugaba constantemente a quitarla de su rostro con un movimiento fuerte de su cabeza pero nunca lograba apartarla por completo. Yo no podía dejar de mirarlo por horas enteras, sus ojos suplicaban intensamente que no dejara de observarlo, como hacerlo si el juego de su cabello y su sonrisa constante eran mágicos, tanto que pase noches intensas en trance, extasiado de el y de su juventud.
Yo también apenas empezaba los veinte, casi, lo que hacia la diferencia era que ya conocía amplia mente los misterios de la vida y envejecía vertiginosamente, a esta edad ya conocía el dolor y la frustración, por eso, me sedujo tanto su inocencia, su terrible inocencia. Nos enamoramos como niños, el mas, yo aporte la locura y el deseo, desafié todo lo que era conveniente en esos años, no me importo y la verdad nunca me interesó saber si le causaba daño a alguien, de alguna manera yo también era inocente, quizás porque fue un sentimiento verdadero. Lo ame de tal forma que perdí la consciencia aunque mejore como persona pues le dedique mucho tiempo a el y a su madre, nadie sabe el dolor que padeció esa pobre mujer por noches enteras, días y meses, los dedos de sus manos de repente empezaban a deteriorarse y tomar un aspecto aterrador como el dolor que ella soportaba, yo pase horas interminables acompañándola, hablándole y atendiendo algunas de sus necesidades básicas como hacer las comidas y algo de limpieza entre otras pequeñas cosas. Supe después que ella murió a causa de la gravedad de su enfermedad que fue consumiendola lentamente durante muchos años, no sin antes robarle algunos de sus dedos, nunca supe nada acerca de esa enfermedad como tampoco supe mas de ella y de el.
El barrio era pequeño,apenas algunas cuadras rodeado al principio de colinas verdes y empinadas que terminaban en un río taciturno la mayor parte del tiempo, venia de los altos de la cordillera occidental que da al océano pacifico, siempre me impresiono el tamaño y la lejanía de esos paisajes que camine tantas veces solitario y hambriento, ahora se que eran un ansia desmesurada y un dolor combinados que hacían a mi mente vagar y a mi cuerpo caminar constantemente, casi a diario. Después y con mucha rapidez todo se transformo, pero yo no lo note, no me interesaba realmente, hubo tanta gente desplazada de sus lugares de origen por causa de las guerrillas pero en aquellos días nadie entendía completamente ese fenómeno, menos yo que deambulaba como un fantasma entre el caos. El barrio perdió sus colinas que se convirtieron en refugio de tantos pobres y marginados, había polvo en todos lados y hacia un calor incesante, gente extraña frente a nuestras casas, en las calles, en el barrio que creció en todas direcciones, mi cuerpo que paso por un trauma doloroso y desagradable. Alex también cambio mucho, perdió su belleza y su inocencia en brazos de nuestra prima Norma, hija de una tía mía y del hermano de Blanca, su madre, supe que ella lo llevo a un lugar muchas veces para tener sexo, supe también que ella sabia de nuestro romance y se mofo de eso, después lo dejo como si nada hubiera pasado, el, dejo de hablarme y de saludarme, lo único que me quedo fue el recuerdo de una noche de fiesta en casa de un amigo,siempre hubo fiesta en casa de Rodrigo, por muchas razones había algo para celebrar, aunque también ahí hubo cambios, gente nueva que llego para quedarse. La casa tenia una gran terraza donde siempre bailábamos y reíamos hasta el amanecer, pero se construyo un espacio para los nuevos visitantes, esto limito el espacio de baile pero no corto con las noches de celebración que se traslado a la habitación mas grande donde dormía Rodrigo con sus dos hermanos, Alvaro y el negro Mariano que hoy casi ya no recuerdo su nombre. esa noche estaba lloviendo y de repente deje de verlo, comencé a buscarlo y lo encontré acostado en el lugar que había sido construido para los visitantes, estaba todo a medio terminar ya que ellos habían partido y regresado a su lugar de origen dejando el espacio oscuro y desordenado, no se si dormía, no se si se escondía, no se que estaba haciendo solo pero yo me acerque con sigilo y tímidamente me puse cerca de el, no me respondió, no hizo ningún movimiento, hacia mucho calor debido quizás a la lluvia, al licor, me ahogaba y tuve que salir, sentí que necesitaba aire fresco, todo era triste, ya no había magia ni éxtasis, ya no eramos mas el y yo. Pensé en dejar la fiesta pero termine acostado en la cama de el negro Mariano que casi no recuerdo su nombre a pesar que una vez intentamos tener sexo pero que yo no logre entusiasmarme, era un muchacho torpe y se me hacia desagradable cualquier intento de parte de el, sin embargo eramos amigos y manteníamos la confianza, yo había dormido ahí algunas noches con el, con su hermano Alvaro que fuerte y delicioso mantenía una calentura interminable pues tuvimos varias noches de pasión entre las madrugadas borrachas y lánguidas, entre cerveza y rancheras. Rodrigo tampoco dejo pasar su oportunidad y consiguió revolcarme una noche tórrida en el piso de la cocina bajo la influencia de el licor y posiblemente algo mas que consumía y lo transformaba en un amante aunque un poco violento para mi gusto.
Al amanecer desperté sobresaltado, sentí que alguien me estaba observando, era su padre que mascullaba algo entre susurro y desagrado, Alex dormía junto a mi como en nuestras primeras noches en las que acompasábamos nuestra respiración entre la oscuridad cómplice de nuestro secreto que todo el mundo sabia y yo estúpidamente fingía ignorar. Vi su rostro sereno muy cerca del mio, volví a sentir la humedad de su aliento en mi rostro, volvió la magia que se había extraviado en el vértigo de nuestras pasiones, pero no se quedo, fue solo el ultimo instante en que estuvimos unidos antes de hundirnos en un abismo de silencio y de ausencia, pasaron unos meses quizá, largos y melancólicos hasta que finalmente una noche nos tropezamos en la calle y yo baje la mirada derrotado por la decepción, el volvió a ignorarme para siempre, yo partí con mi tristeza, abandone el barrio y mi casa, mis raíces, mi esencia, tome el tren de media noche hacia el futuro incierto que me trajo hasta aquí. Este tren es solo una metáfora para lo que vino después, nunca mas, jamas volví a verlo, se perdió en el tiempo pero vive en mi memoria tan bello y joven como lo conocí, como lo perdí.